lunes, 4 de enero de 2010

Año Nuevo, costumbre vieja.


Esta será la primera entrada a este blog para este 2010 que recién inicia.

Es bueno el iniciar el año con esperanza y buenas intención. Pero por supuesto no puede faltar en este incio de año la opinión que me gusta compartir de muchas cosas. Cosas que me gustan, otras no tanto.


Por ejemplo, la Fiesta de Zapote y sus corridas han sido muy populares este fin y principio de año. Aquí no hubo crisis que importara. Al contrario entre mas dinero quisieron cobrar... algunos dicen que las entradas se vendieron a mas 10 mil colones, lo que en realiadad es mucho por un espectáculo mas bien pobre. Aún así siempre hubo mucho público.


Llamo mi atención de forma negativa el maltrato que sufren los animales antes, durante y posterior a la fiesta zapoteña. Pero esto no es nuevo, porque siempre son las pobres bestias que no tienen "derechos" las que se ven afectadas por tanto "torero, montador o aficionado". Especial nota tiene el maltrato sufrido por un animal de estos en horas de la tarde el 1 de enero de este recién estrenado año. Porque a parte del maltrato del transporte asinado, lo inadecuado de las instalaciones lugareñas para ellos, o su muy cuestionada alimentació; se sumó la tortura.

Si ha leido bien. Tortura. Este hecho llama mi atención poderosamente, porque se que no soy el único que busca brindar un mensaje de protección por aquellos que no pueden defenderse por sí mismos. Incluso el cine ha hecho uno que otro mérito en este campo y para muestra recomiendo ver la película AVATAR de realizador JAMES CAMERON, porque tanto mi mensaje como el propuesto "muy adornado" por este reconocido director es claro. La naturaleza se respeta.


El toro torturado fue víctima de un acto digno de cobardes, ya que por medio de engaños le meten lanzas cortas con puntas afiladas (Abanderillar, creo que se llama dicha practica) que buscan perforar y dañar la movilidad del animal. Así las cosas inicia otro fase: Cansar al animal hasta el punto de desfallecer. Cae una y otra vez sobre sus rodillas sin dejar de recibir la burla de todos los presentes. Si eso no es tortura, entonces no tengo idea de lo que hablo.



Pero ya continuaremos con todos los temas de los que me gusta opinar. Espero que empezar este nuevo año, mejor que el pobre toro y que las torturas sean cosas que solo aparezcan en los libros de historia y no por televisión nacional. Pero esto es al fin de cuentas solo mi opinión.


Lic. Juan Gabriel Hidalgo Hernández.

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