lunes, 3 de agosto de 2009

Remedios a Medias

Tantas veces he visto como en este país buscamos solucionar problemas de formas incompletas o sin "ganas" realmente de arreglarlo. Y es que todo comienza en casa. Siempre me he preguntado porque en otros lados la gente hace las cosas mejor que nosotros. Y a veces he llegado a creer que realmente somos así... mediocres.

Primero veamos cómo funciona nuestro gobierno, teniendo la ley del lado correcto es incapaz de hacerla cumplir. Algunos dirá que por falta de recursos, otros pensaran porque no hay voluntad política para que las cosas pasen. Piensen por ejemplo en: Arreglos en el puente que no se arregla, calles con varios años siendo asfaltadas, trenes que sufren atrasos por culpa de otros los cuales seguramente nunca usaran el tren. Cosas así. Y el gobierno se desvive más por la misma política que por el pueblo.

¿Cómo decía aquello que nos enseñaron en la escuela? Del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. No se ustedes pero en mi opinión todos estos problemas empiezan en casa. Como estamos tratando a nuestros hijos. Que tan alto fijamos sus metas, como hacemos para que no se sientan menos. Cómo hacer para que en realidad puedan sentir que el limite esta en el cielo. Tantas cosas, no sé. Y terminan siendo como esta columna, con una gramática bastante mejorable, al igual que una ortografía de horror y muchas veces la culpa siempre ha de ser de alguien más.

Y regreso a la idea original. El problema está en casa y el ejemplo lo seguimos a diario. Nunca podemos resolver nuestros problemas, pero es tan fácil criticar y criticar que nunca acabamos, sin que en medio de todo exista una simple solución. Como principal fuente de inspiración de nuevo tenemos al Gobierno, que se convirtió en una especie de criatura fantástica amorfa, condenada a la existinción por sus propias extensiones burocráticas. Qué ejemplo les damos a nuestros niños, o es que pasamos tanto tiempo añorando todo lo que en nuestra juventud no pudimos alcanzar, que no les prestamos las atenciones debidas. Los dejamos a la intemperie en el aguacero de la vida, sin que nos importe de que puedan contagiarse.

Siempre aplicamos las soluciones a medias, como al restricción vehicular, como durar varios años en hacer una torre de un hospital cuando hace varias décadas, el edificio Empire State, fue levantado en pocos años y tiene 30 pisos, porque la policía parece ser como un gato en un cuarto lleno de mecedoras, y persigue sombras en lugar de delincuentes. Es más fácil criticar a las policías municipales que abrazarlas como hermanas en la misma lucha.

Ya lo dijo una vez un cómico una vez: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstica falso, y aplicar después los remedios equivocados." Yo espero que no todo este perdido. Todavía hay mucho que hacer, pero lo primero será cambiar esta mentalidad fatalista que siento yo nos caracteriza. Empezar por creer que podemos hacer el cambio y dar un paso a la vez, con objetivos cortos para poder llegar en plazos razonables, y nunca desistir.

Tampoco pretendo hacer un giro de 180 grados, pasado del pesimismo al absurdo, pero estoy seguro que muchos tienen ganas de hacer algo, cualquier cosa. Lo que pasa es que no saben por dónde comenzar. Una vez alguien le decía a un profesor que el problema es que hablamos demasiado, pero él le contestó... "al contrario joven, apenas empezamos."

Empecemos por ahí, hablando de lo que consideramos que podemos entender. Hablar de lo que no entendemos es como si me preguntan a mí, mis opiniones respecto al fútbol. De eso no sé nada. De lo que si se, es de como este pueblo sangra y mucho. No sé cuantas veces me ha tocado sostener el apósito que contiene ese sangrado mortal. Pero mis manos parecen querer contener el mar. Necesito las suyas y las de otros. Tal vez juntos se pueda hacer algo. Así que en mi opinión podemos:

  1. Informarnos bien de lo que deseamos hablar.
  2. Señalar problemas, pero hacerlo sin necesidad de ofender. (no mezcle la política con los problemas)
  3. Sea honesto con usted y con los demás. (que parte de dejar la política afuera de esto no quedó claro)
  4. dele seguimiento a las cosas.
  5. Al final y aunque no le guste, las cosas depende de usted. (no de los políticos, y menos de mí).
  6. Siga leyendo los artículos de este blog, si ya llegó hasta aquí en algo le ha de gustar.

Nos escribimos en otra ocasión y dejemos las cosas a medias atrás.

Juan Gabriel Hidalgo Hernández